miércoles, 14 de enero de 2015

¿Soy especialmente sensible a la ingesta de algunos alimentos?

Sensibilidad Alimentaria



Las intolerancias alimentarias son cada vez más comunes en las sociedades desarrolladas. Las intolerancias y alergias alimentarias se han extendido en las sociedades desarrolladas. Hasta el 8% de los niños y entre el 3% y el 4% de los adultos padecen alguna alergia alimentaria. Se calcula que el 20% de la población ha registrado alguna vez en su vida una reacción alérgica al consumir un alimento.

La sensibilidad alimentaria o alergia retardada a los alimentos no es más que una respuesta inmunológica patológica incluida en las denominadas reacciones de hipersensibilidad tipo II y III, es decir, mediada por la formación masiva de inmunocomplejos Ag alimentario-IgG. La precipitación de estos inmunocomplejos a nivel vascular da lugar a la activación del sistema del complemento y, en consecuencia, al inicio de un proceso inflamatorio responsable de los daños colaterales en los tejidos próximos a la reacción inmunológica.

¿Cómo se manifiesta la sensibilidad alimentaria?

-A nivel digestivo: Sensación de hinchazón, digestiones pesadas, estreñimientos, diarreas, llagas en la boca, acidez, colon irritable.
-A nivel dermatológico: Eccemas, urticaria, dermatitis, acné.
-A nivel respiratorio: Rinitis, tos, bronquitis, asma.
-A nivel de articulaciones: Rigidez, dolor.
-Generales: Fibromialgia, cansancio, depresión, hiperactividad, ansiedad, jaquecas, retención de líquidos.

¿En qué consiste el test de sensibilidad alimentaria?

Se trata de una prueba realizada en el laboratorio capaz de valorar la respuesta no alérgica que el sistema inmunológico de algunas personas desencadena de forma específica frente a ciertos alimentos. La supresión de la dieta de los alimentos frente a los que se han detectado unos niveles de IgG elevados va a provocar la reducción o la supresión de los síntomas derivados de dicha reacción inmunológica.