Cada vez son más las mujeres embarazadas que deciden acudir a
laboratorios en Sevilla para realizarse unos análisis clínicos con los que
poder descubrir si el bebé que esperan sufre Síndrome de Down. Concretamente lo
que hacen es someterse a un test no invasivo para la detección del Síndrome de
Down en sangre materna.
No todas las mujeres en estado es necesario que apuesten por realizarse
esta prueba ya que no todas tienen los mismos factores de riesgo en ese
sentido. Más exactamente podemos determinar que estos se producen en los
siguientes casos:
- La futura madre tiene una edad avanzada, tomándose como punto de partida los 35 años.
- Cuenta con un historial médico previo de embarazo con trisomía.
- Existe una sospecha de aneuploidías en la ecografía.
- Alguno de los dos progenitores cuenta con traslocaciones
robertsonianas.
- Ha dado positivo el cribado prenatal que se ha realizado en el primer o
segundo trimestre.
Es recomendable que aquéllas mujeres que tengan uno de los anteriores
factores de riesgo, opten por someterse
a los citados análisis clínicos en Sevilla o en la ciudad en la que vivan.
Este test no invasivo también es frecuente que se realice a todas
aquellas embarazadas que se han sometido a un proceso de fertilización in vitro
e incluso a las que sufran episodios de ansiedad materna.
De esta manera, gracias a la muestra de sangre de la futura madre se lleva a cabo la secuenciación de un numeroso grupo de fragmentos de ADN, que serán los que indicarán la trisomía que determine si el feto está afectado o no por el mencionado síndrome. Se obtendrá un resultado gracias a un análisis que cuenta con un 99% de fiabilidad.